Hoy en día son muchas las obligaciones que se le demandan a la mujer.
Si por un momento mirará dentro de mi recordaría aquella niña regordeta, con gafas y aparato que con 16 años observaba a los chicos desde la tribuna, tal vez provocado por todas esas ideas que se refieren a la belleza o tal vez porque supongo que a esa edad la belleza interior parece una mera excusa para las “feas”.
Ahora de adulta me observo en el espejo y muchas veces veo a esa niña perdida, sin saber si desarrollaría una mayor belleza, muchas son las personas que me acompañan en este pensamiento, muchas son las mujeres que viven atadas a ese recuerdo de forma que olvidan un presente que cambia día a dan hacia un objetivo mayor, el querernos tal y como somos.
Está claro que existen personas irresistibles y atractivas sin motivo aparente ya que ser sensual no es sólo una mera cuestión estética.
Lo primero es sentirse bien con uno mismo. El resto ya llegará
El otro día me encontré haciendo una lista de cómo ser sensual, y llegue a la conclusión que no tiene nada a que ver la edad, ni con la belleza, ni mucho menos con las dotes naturales.
Para ser sensuales, primero hay que desearlo, si me siento segura de mí misma a los demás les parezco más atractiva por lo que podría concluir que para mi ser sexy comienza en la cabeza.
Sí, claro. Esto suena bien. Pero al mirarse al espejo puede que no tenga este pensamiento, porque tal vez la menstruación me haga sentir incomoda o por que llevo una semana atiborrándome a chocolate, la mujer ser complejo y emocional, pero lo increíble es que bellas o no, seguimos sobreviviendo.
La sensualidad empieza en nuestra cabeza, nos endulza el corazón y mediante la sonrisa la expresamos… sonreír es sensual y alarga la vida.
¿Crees que por el simple hecho de ser mujeres, somos sensuales?
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